Hikikomori es un término acuñado por el psicólogo japonés Tamaki Saito para definir a los adolescentes que deciden aislarse de su entorno.
De manera progresiva abandonas todo deseo de seguir en contacto con el mundo. Tomas tus libros, tu guitarra, tu colección de cine y discos y comienzas a aislarte cada vez más del exterior para concentrare en tu pequeño mundo tras las puertas de tu casa o tus habitaciones. Este anhelo tormentoso de aislamiento y soledad es lo que el psicólogo japonés Tamaki Saito llama Hikikomori en su libro Aislamiento social: una interminable adolescencia (1998).
Saito se percató de en Japón cada vez más jóvenes tomaban la decisión de aislarse del mundo y vivir solo a través de su actividad en redes sociales o videojuegos en línea. Renunciaban a todo esfuerzo de entablar contacto social para vivir de manera aislada y sedentaria, pendientes del mundo exterior solo a través de su vínculo con internet.
Qué es el hikikomori y cuáles son sus causas
Este psicólogo responde en su libro a la pregunta de qué es el hikikomori de la siguiente forma:
«Aquellos que se retiran completamente de la sociedad y permanecen en sus propias casas durante un periodo mayor a seis meses, no explicándose esta condición por otro trastorno psiquiátrico».
Lejos de que esta tendencia vaya a la baja en Japón, el hikikomori no ha hecho más que aumentar desde 1998, año en que Saito publicó su obra. Y en pleno siglo XXI, el hikikomori ha salido de Japón para encontrarse en otros sitios donde las personas deciden prescindir del mundo exterior para vivir en una meditada soledad.
La persona hikikomori a menudo fue víctima de algún hecho traumático o doloroso que le hace tener miedo de salir o que provoca su rechazo al mundo. No sólo se siente incómodo al interactuar con los demás sino que no encuentra razones para hacerlo.

Tamaki Saito: lo que observó para acuñar este término
Tamaki Saito acababa de finalizar su carrera en psiquiatría cuando comenzó a percatarse de algunos hechos trascendentales:
- Padres pidiendo ayuda profesional para sus hijos que vivían aislados de la vida social.
- Casi todos los hijos que vivían en reclusión voluntaria eran varones que habían tomado esta decisión a partir de los 15 años.
- Estos jóvenes habían tomado la decisión de abandonar los estudios por su temor o desinterés a hacer una vida social.
- Los padres, preocupados por el qué dirán, esperan meses antes de buscar ayuda profesional.
«En sus mentes están atormentados», aclara Saito en su obra. «Quieren salir al mundo, quieren hacer amigos y tener novias (o novios), pero no pueden».
Todo ello lo llevo a investigar las causas de este comportamiento y escribió su obra Aislamiento social: una interminable adolescencia (1998).
Cómo se comporta una persona hikikomori
Además de la reclusión voluntaria en casa por un lapso mínimo de seis meses, la condición hikikomori se manifiesta por la incapacidad de la persona de establecer contacto social, lo cual repercute en su rendimiento escolar, laboral, afectivo y familiar.
El miedo a enfrentarse al mundo real y a recibir críticas por el aspecto físico o por sus ideas, también son rasgos de alguien que abraza al hikikomori como un estilo de vida. Por ello es que la actividad en redes sociales prevalece como uno de los principales escapes de las personas que deciden cortar todo lazo social con el mundo exterior.
En Japón existe un término conocido como sekentei, que no es otra cosa más que la reputación de una persona en su grupo social y la presión por causar una buena impresión en los demás. En la medida en que un hikikomori pasa más tiempo aislado, más consciente se vuelve de que su capacidad para entablar relaciones se debilita. Pierden todo rastro de autoestima y confianza, lo cual hace que pensar en regresar al mundo real sea una perspectiva aterradora.

Un fenómeno en aumento
En el contexto actual de la pandemia, en la que miles o millones de personas se han recluido para evitar cualquier riesgo de contagio, se han normalizado las actividades a distancia. Esto hace que sea complicado distinguir entre el aislamiento forzado por el covid y un rechazo social premeditado.
Las personas hikikomori ya no son adolescentes quinceañeros. Se ha visto que este comportamiento ha alcanzado a personas de edades que alcanzan los 30 y tantos años. Incluso, existe otro problema relacionado, pero en este caso con personas jubiladas: el kodokushi, o muerte en vida. Se refiere a personas que viven en soledad durante meses o años hasta alcanzar la muerte sin que nadie se entere de ello.
SIGUE LEYENDO:
La soledad te puede matar tanto como fumar
La soledad provoca sueño irregular