Louis Pisano. El activista que ha elegido la moda como su campo de batalla para combatir la discriminacion racial y exponer las fallas de la industria de la moda.
Por Ikerne Mestre
Empecé a seguir a Louis Pisano hace ya varios años en Instagram. Realmente no comprendía lo que este personaje hacía o a que se dedicaba, pero pronto me vi activando sus notificaciones para no perderme de nada. Sus historias estaban plagadas de los mejores chismes de la industria. O así lo veía yo… Exponía a las marcas, a los diseñadores, y a los llamados influencers por sus conductas racistas o antiéticas. Los etiquetaba, los nombraba con nombre y apellido, aun cuando se trataba de aquellos individuos que la industria ha concedido un estatus casi intocable. Me asombraba su gallardía y no tardé en comprender que su plataforma no se trataba del “chisme”, sino de nada menos que activismo; él realmente ha comprendido el poder de las plataformas digitales para movilizar a una sociedad cansada de un sistema incapaz de dar respuesta al problema del racismo, de la desigualdad, el secretismo, elitismo, el privilegio blanco y la ignorancia. Le gusta llamarle a lo que hace como posteos de “corriente de conciencia”, en los cuales elabora en sus procesos de pensamiento que lo hacen llegar a tener ciertas opiniones. Sus redes sociales se tratan de una comunicación recíproca, del aprendizaje constante y la examinación.
¿Quien es Louis Pisano?
“Soy Louis, soy un estadounidense que vive entre Milán –por motivos laborales– y París– para buscar inspiración. Soy un escritor, una persona de las redes sociales (odio llamarme influencer, es tan narcisista), activista y disruptor. No se mantener la boca cerrada”.

La descolonización del “Sueño Americano”
Louis creció en los Estados Unidos con un padre adoptivo blanco en un hogar muy conservador. Nunca se sintió como él mismo; “era como jugar un papel dictaminado por mi padre y los estereotipos de la sociedad blanca estadounidense” dice. Su breve paso por la Universidad, le hizo descubrir que “sin importar la inteligencia o el dinero de tu familia, el ser negro siempre seria considerado como algo inferior”.
En aquel entonces, y especialmente en la Costa Este donde él vivía, la estética predominante expresaba la imagen inspiracional de gente de la aristocracia blanca. Las llamadas “lifestyle brands” se encontraban en la cúspide de una tendencia que buscaba demostrar la pertenencia a un círculo social exclusivo. Esto solo se sumaba al hecho de que Louis se sintiera como un extraño. “Muchas de esas marcas ahorita están en bancarrota porque la gente empieza a desprenderse de esa imagen. Estas marcas significaban un problema especialmente para la gente negra que se sentían presionados de formar parte de esos estándares de estilo de vida elitista”
Después de un semestre estudiando Historia del Arte (que describe como algo que fue aburridísimo), Louis se mudó a Italia a los 19 años en búsqueda de la dolce vita. “Europa también es conservador sin dudas, pero al llegar aquí sentí que finalmente pude respirar. Siempre sentí que la cultura americana promedio no era mi cultura, no era algo con lo que me identificara. Sigo en el proceso de tratar de descolonizarme de todo eso”.
Pasó sus primeros años en Europa redescubriendo su verdadera identidad y explorando el mundo de la moda. El internet jugó un rol importantísimo para encontrar otras personas que compartieran su misma afinidad, pero también para comprender el poder que tiene la moda para determinar cómo te perciben los demás. Pronto, Louis se habría despojado de un pasado que priorizaba la masculinidad heterosexual blanca y comenzó a centrar su atención a una causa, exigiendo un cambio en la industria para las personas negras.
Convirtiéndose en un disruptor
Después de algunos años de experimentar la industria de la moda como un “club kid”, asistiendo a fiestas, observando y conociendo gente, Pisano consiguió su primer trabajo formal en una agencia de Relaciones Públicas a cargo de una mujer blanca que describe como sumamente tóxica. “¿Donde está toda la gente de color? pensé. Ahí me di cuenta de la falta de diversidad. Italia es un país muy extraño porque tienen tantos problemas, incluso entre ellos mismos. Es un país muy conservador en donde la gente no se apresura en progresar, están más focalizados en que ha funcionado en los últimos 100 años porque es lo que los hace sentir seguros”. Ulteriormente, dejó de trabajar para esa mujer pensando que sus nuevas relaciones le apoyarían y ofrecerían trabajo, pero se llevó una gran decepción. Se mudó un año a París y observó que el problema era mayor, no veía a personas negras siendo incluidas en la industria y a la gente no le importaba; “Deduje que entonces tampoco debería importarme a mi. En ese momento ya nadie me estaba pagando y no tenía nada que perder. Me empecé a cuestionar porque guardaba secretos o porque no se hablaba de esos temas. Había muchas cosas que había visto y vivido que necesitaba decir. La industria de la moda es muy complicada, crees que conoces a la gente, crees que actuarán de cierta forma o serán progresivos y acaban haciendo todo lo contrario”
“The Fashion Trenches” de Louis Pisano
“Yo elijo la moda como el lugar para ser activista. No me importa si es el lugar más o menos correcto, pero es el lugar que yo elijo. Todo mundo elige en donde puede actuar de acuerdo a sus intereses, y para mi el activismo y la moda, son las dos cosas más importantes. Hay estructuras dentro de la moda que permiten comunicar tu mensaje a una audiencia mayor y yo aprovecho esto para hacer mi declaración”. Una declaración fuerte y clara, de eso no hay dudas. Es algo de lo que se siente orgulloso, a pesar de los estereotipos en torno a los negros (y también los latinos) de ser agresivos. “¿cuando se logró hacer un cambio permaneciendo en silencio?. Ni siquiera tiene que ser con cosas relacionadas al racismo, puedes verlo desde el momento sufragista, esas mujeres no permanecieron en calma y en silencio pidiendo el derecho al voto, y mira lo que han logrado. La historia ha demostrado que la acción sucede cuando se es ruidoso y disruptivo. Yo soy partidario de la protesta porque es la única manera en que la gente pone atención y se detiene a escuchar.” sostiene y continúa: “Aquí en Europa siendo una persona negra, siempre seré visto como un outsider. Por eso, cuando hago las cosas, me aseguro de que sean ruidosas y llamativas. Además, no me gusta estar en lugares donde se ocultan cosas. Sé que hay cosas que todo mundo ve o piensa pero nadie las dice. Y ese soy yo, yo soy el que habla, vocaliza y desafía a la autoridad”.
Los que aprenden la lección y los que no
Pisano ha descrito en sus redes sociales, como durante este tiempo ha atestiguado cosas inimaginables, como una fiesta a principios de los dos miles con temática racista o “African Disco” como los organizadores le nombraron, donde los invitados, –famosos y gente en los altos rangos de la industria de la moda milanesa– vistieron con las caras pintadas de color negro, de animales y hasta de esclavos encadenados. “Eso es normal. Esa clase de eventos suceden con regularidad en Italia. Quizás después de ese escándalo todo se volvió un poco más privado, pero los mismos organizadores tuvieron una fiesta la temporada pasada durante la semana de la moda y le hicieron a todos dejar su celular a la entrada. No se si fue un evento problemático, probablemente no, pero la gente ha aprendido a mantener esas cosas sin documentar y fuera de las redes sociales. Aún así sigues escuchando rumores y cosas que suceden aquí en Milán, la verdad es que nadie de esa gente ha aprendido la lección, genuinamente no les importa”.
Por otro lado, Louis ha dado el reconocimiento a aquellos individuos o empresas que han decidido rectificar sus errores. Cuenta como el año pasado vivió uno de los momentos más gratificantes de su lucha contra la desigualdad: “Percibí algunas conductas racistas en el evento de Tommy Hilfiger X Lewis Hamilton durante la semana de la moda. Fue otro incidente más, pero también noté que la marca no había incluido a personas de color en sus campañas, así que decidí postearlo en redes sociales. En menos de una hora el PR de la agencia contratada para el evento me llamó y me pidió que borrara las historias. Siguió el PR de la empresa matriz de Tommy Hilfiger, disculpándose por lo que había sucedido e invitándome a una reunión con el Director de Marketing y Comunicación en donde platicamos acerca de cómo la marca podía ser más inclusiva, sobre todo con la comunidad negra local. Poco tiempo después, en el segundo lanzamiento de Tommy x Zendaya, por primera vez en Milán vi a todos los creadores de contenido e influencers negros –hasta un musulmán con todo y hijab– en el evento.”
Cancel Culture y apropiación cultural
A pesar de la gran sacudida que Louis le ha dado a ciertas marcas, otras deciden ignorarlo y ponerse a la defensiva, sin darse cuenta que bien podrían aprovechar sus consejos (gratis, además) de cómo mejorar y apoyar a las minorías, algo que los consumidores exigen cada vez más. Le pregunté si creía que la Cultura de la Cancelación podía funcionar como una herramienta para desmantelar las incongruencias y discriminaciones: “Creo que estoy de ambos lados de la barda con eso. Por un lado sí creo que es una herramienta necesaria para responsabilizar a la gente de sus acciones, especialmente cuando lo reconocen y cambian. Por otro lado hay ocasiones que la persona es tan arrogante que no reconoce su error, que no hace las acciones necesarias para mejorar y lo peor de todo es cuando a pesar de eso mantienen sus puestos o la gente los continúa idolatrando”. De modo que al otro lado de la pantalla, nosotros sostenemos una responsabilidad también, al tener a nuestro alcance toda la información necesaria para ser consumidores de productos y de contenido que no fomenten el racismo o la disciminación: “Ya no creo en la ignorancia. Vivimos en un mundo globalizado gracias a las redes sociales. No me puedo creer que la gente –gente que vive en una ciudad cosmopolita, que viaja, que tuvieron una educación, que pertenecen a un nivel socioeconómico medio/ alto,– utilice la ignorancia como excusa. El mundo está tan influenciado con la cultura americana negra que simplemente no les creo.”
Aquí decidí tocar el tema de la apropiación cultural, de cómo la moda o la industria de la música, por ejemplo, han utilizado a la cultura negra (y latina) para monetizar estéticas que anteriormente se ridiculizaban o consideraban de “mal gusto”. Las redes sociales han expuesto la forma en que la supremacía blanca se ha beneficiado durante mucho tiempo al apropiarse de estas culturas, –ya sea para vender moda y productos de lujo, o lanzar un nuevo hit musical– alegando que ha sido por “inspiración”, pero ¿cómo distinguir entre la apreciación y la apropiación? “Al incluir a gente de esos antecedentes en el centro de estas colaboraciones. Dior Homme acaba de hacer una colaboración con el artista Daniel Arsham, ése es un ejemplo perfecto de la manera correcta de cómo tener una colección en la que convergen el arte africano con la dirección de Kim Jones. Todo depende de que se ofrezca una plataforma para esa comunidad y obviamente que no haya explotación”.
Esto no significa que debamos desprendernos del streetwear o dejar de cantar canciones de Nicky Minaj, “ Si quieres cantar una canción de Rap o Hip Hop, solamente no digas la palabra con N (The N Word). Nunca. Ésa palabra solo pueden utilizarla las personas negras”.
Colonización o conquistar al dividir
Le conté a Louis mi percepción acerca del racismo en México; de cómo muchos se justificaban detrás del “humor” o cómo veían la crisis racial como un problema ajeno, algo que sucedía en Estados Unidos evidenciando como es algo que tenemos tan enraizado en nuestra cultura que ni siquiera nos damos cuenta. “Es parte de la semilla del mal que sembró la supremacía blanca. Conquistarnos al dividirnos. Engañarnos con todas estas trampas como “el humor” cuando en realidad es racismo y nada más”. No se debe compartimentar el racismo como «italiano», «estadounidense» o “Mexicano” porque como dice Louis: “Todas son formas de racismo, vienen de lo mismo, de la colonización. Seamos honestos, la raíz de todos estos problemas es la sociedad blanca, el colonialismo, el imperialismo… todo esto fue creado para oprimir a la gente negra y morena, para mantener las posiciones y estructuras de poder de la blancura en la cima de la pirámide.Y aunque al final, todo es por dinero, poder o política, también a la gente le gusta sentir que son superiores a alguien más. Tener a alguien por debajo de ti, te sube un rango más en términos sociales o de poder. Por eso vemos que en nuestras comunidades hay opresión, porque la gente se siente menos opresiva cuando ellos son los opresores”. A pesar de los hechos históricos que posicionan a los negros como víctimas, el activista prefiere describirlo de otra manera: “Somos sobrevivientes, luchadores. No víctimas. Evidentemente la gente negra si ha sido victimizada con la escalvitud por ejemplo, pero ahora realmente no estamos tratando de parecer las víctimas, simplemente estamos tratando de contar nuestra historia.”
Intentar agradar
A lo largo de la historia, la moda demostró ser una expresión que abría el camino para revelarse contra las normas del establecimiento y manifestar la individualidad. Ahora, me resulta molesto que en lugar de “imponer moda” las grandes casas se limiten a complacer. ¿Que en el mundo hay crisis ecológica? Colección sustentable. ¿Que las mujeres estamos hartas del patriarcado? Feminist t-shirts para todos. ¿No debería la moda, como una de las industrias más poderosas del mundo, adelantarse y adoptar un rol de liderazgo como antes solía ser? Louis pareció estar de acuerdo conmigo; “Creo que la moda se vio muy lenta desde el principio con las redes sociales y todavía están tratando de ponerse al corriente. Érase una vez que las instituciones y las marcas más conocidas eran lo que la gente seguía, ahora la gente sigue a otra gente. Entonces tienes estas instituciones, marcas, revistas y líderes de la industria jugando a alcanzar al otro. Están tratando de agradar a la gente porque tienen miedo a volverse obsoletos”. Si se observa cómo las marcas se agrupan en torno a las causas sociales, generalmente éstas suelen ser las populares, es decir a las que una mayoría demuestra apoyar o dar importancia. Básicamente lo que hacen es tratar de alinear su marca con los valores del cliente. Algunas veces, esto resulta en expresiones de solidaridad performativas, o meramente simbólicas y estéticas, pero el problema realmente es cuando sus campañas o mensajes contradicen sus prácticas. O sea, hipocresía tal cual. “Necesitamos que las marcas dejen de tratar la diversidad como si fuera un proyecto, debe ser algo permanente”.
El momento que estamos viviendo
La actual crisis racial es una conjetura histórica que tiene posibilidades de lograr un cambio nunca antes visto. Para Louis, que lleva luchando contra esto toda su vida, le ha inspirado para continuar con sus acciones y se siente agradecido de que la gente finalmente lo esté escuchando. “Es impresionante ver que lo que llevo diciendo por tanto tiempo ahora la gente se está movilizando y como es algo de lo que todo el mundo está hablando. De manera performativa o no, se volvió algo relevante para gente que quizás un mes antes ni siquiera se lo cuestionaban”.
Louis se encuentra trabajando en muchos nuevos proyectos de los cuales no puede hablar mucho, pero dice estar muy emocionado “aunque también me siento muy conflictuado porque a veces pienso que mucho de esto no estaría pasando si George Floyd no hubiera sido asesinado. Es un poco agridulce ver que el catalizador para que muchas voces fueran escuchadas y muchos creativos negros tomados en cuenta se haya presentado a raíz de algo tan horrible. Es algo que estamos debatiendo muchos creativos negros, el cómo sentirnos con estas nuevas oportunidades.” A pesar de sentirse abrumado, Louis se mantiene positivo e impaciente: “creo que formamos parte de una generación que puede traer el cambio, y un cambio rápido, no quiero esperar. Me gusta pensar que estamos viviendo en tiempos modernos y de hecho creo que como sociedad deberíamos de ser mucho más modernos de lo que somos ahora. La gente nos está reteniendo porque les da miedo volverse irrelevantes cuando eso no es lo que queremos. Queremos más visibilidad para aquellos grupos que han permanecido en las sombras. No se trata de ahora excluir a los blancos; todos podemos existir dentro del mismo espacio, juntos, y en el momento que la gente se de cuenta de esto, creo que el cambio será mucho más rápido de lo que ahora es”.
Finalmente, Louis nos formula la forma en que podemos ayudar:
¿Cómo puede la sociedad finalmente empujar contra la corriente principal (blanca) y aprender a adoptar un espíritu inclusivo? “La gente debe realmente tener sus valores muy bien arraigados para que en cada cosa que hagan haya una congruencia y ayudes a elevar a aquellos que el sistema está reprimiendo. Puedes postear todos los cuadros negros que quieras pero si en tu día a día no estás utilizando tu privilegio para hacer un cambio y para el bien de las comunidades margindas, pues entonces eres tan malo como aquellos que están activamente manteniendo al sistema supresor. Tenemos que trabajar de manera colectiva y hacer frente común para elevar la diversidad y la inclusión como una prioridad más alta. No tenemos que seguir votando por los mismos blancos, no tenemos que seguir comprando en empresas de gente blanca o con personal totalmente blanco, tenemos que desafiar el status quo. Nunca aceptes nada como es y cuestionarlo todo, ése es mi mantra. Debemos de descolonizar la manera en que pensamos, de despojarnos por completo de estos estándares de belleza anticuados y eurocéntricos, porque además siento que también mucha gente blanca se siente presionada por el sistema y estos estándares, pero creo que somos nosotros (la comunidad negra) los que vamos a ser los catalizadores para inspirar a que otros se sumen a hacer el cambio”.
Crédito de fotos: Lucas Possiede
Instagram: @louispisano