Si sueles hacer ejercicio yendo al gimnasio, corriendo o realizando alguna otra actividad, esto te va a interesar.
Cuando terminas de realizar tu rutina, ¿sientes que te está costando trabajo recuperarte después de ejercitarte? No eres el único.
Un cuerpo totalmente recuperado es mucho más resistente. Además, no tiende a lesionarse tan fácilmente. De hecho, es durante el tiempo posterior al entrenamiento cuando el cuerpo mejora su rendimiento.
Por ello, retomamos estos consejos que han dado expertos para que tu recuperación sea más rápida después de hacer ejercicio y estés listo para el resto de tus actividades diarias.
5 consejos para que te recuperes rápido
1. FASE DE ENFRIAMIENTO
Siempre que termines una rutina de ejercicio, y más si es intensa, hazlo con una breve «fase de enfriamiento». Esto quiere decir que durante los últimos 10 minutos, comiences a disminuir tu ritmo hasta que, cuando acabes, no te sientas agotado.
Con esto tu cuerpo empieza a devolver lentamente el metabolismo y el sistema cardiovascular a la normalidad. Además, reduce la hiperacidez de los músculos.
Si, por ejemplo, corres una hora, desde el minuto 50 ve bajando el ritmo, la velocidad, todo, para que tu cuerpo se readapte a su estado original y así sentirás que recuperarte es mucho más sencillo.

2. REALIZA ESTIRAMIENTOS
Después de cada sesión de entrenamiento, realiza un programa de estiramientos corto y sencillo. Esto te va a ayudar a reducir cualquier tensión inmediata después de correr o ejercitarte, para que puedas recuperarte más rápido.
Es decir, ayudarás a evitar que los músculos se te «engarroten» y estén listos para volver a rendir. Los estiramientos también disminuyen la tensión muscular después del entrenamiento, y los músculos se mantienen flexibles.
Realizar estiramientos en la fase de enfriamiento tiene un efecto relajante en mente y cuerpo, por lo que la recuperación es más sencilla.

3. DUERME
Esta es la forma más sencilla, fácil y rápida de recuperarse, aunque en realidad aplica más si sueles hacer tu rutina de ejercicios en la tarde-noche.
Todos los estímulos del entrenamiento se procesan mientras nuestro cuerpo duerme, y se reparan los daños menores, se desarrollan los músculos se desarrollan y todo en general se restaura.
Dependiendo de la intensidad de tu entrenamiento, deberías dormir entre 7 y 8 horas por noche. Cuando no se descansa durmiendo adecuadamente, el metabolismo se reduce, las recuperaciones son más lentas y se sufre de irritabilidad, debilitamiento del sistema inmunitario y ataques de hambre.

4. TOMA UN BUEN SAUNA
Si entrenas en un gimnasio, después de que termines tu rutina no hay nada como meterte un rato al sauna. Esto ayuda a que los músculos se aflojen y aumente el flujo sanguíneo, por lo que las lesiones se curan más rápido y se acelera la recuperación muscular general.
Lo que debes t4ener en cuenta es que en el sauna vas a perder una buena cantidad de líquidos, por lo que debes reponerlos de inmediato. Otra cosa a considerar es que después del sauna, al día siguiente tu rendimiento no será igual, por lo que se recomienda evitarlo antes de un entrenamiento intenso.

5. BAÑO DE HIELO
Lo opuesto al sauna. Un baño de hielo después del entrenamiento reduce la circulación de la sangre en los músculos y detiene la hemorragia interna si es que tienes alguna lesión.
Después del baño de hielo, la circulación sanguínea de los músculos se estimula, por lo que ayuda a eliminar los productos de desecho de un metabolismo intenso.

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